Los tatuajes están invadiendo a nuestra cultura presente. Desde adolescentes hasta amas de casa, los tatuajes están viéndose en todo lugar, aún, entre los cristianos. Por lo tanto, ¿es correcto que un cristiano se haga un tatuaje? Para responder a esta pregunta, necesitamos ver lo que la Biblia dice acerca de esto.
Primero que todo, realizarse marcas en la piel es mencionado en varios versículos. El primero se encuentra en Levítico y es un mandamiento el no hacerlo, el otro, está en Apocalipsis los cuales tratan con la Marca de la Bestia.
Apocalipsis 13:16: "Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre."
Levítico 19:26-30: "No comeréis cosa alguna con sangre. No seréis agoreros, ni adivinos. No haréis tonsura [rapar, pelar] en vuestras cabezas, ni dañareis la punta de vuestra barba. Y no haréis rasguños en vuestro cuerpo por un muerto, ni imprimiréis en vosotros señal alguna. Yo Jehová. No contaminarás a tu hija haciéndola fornicar, para que no se prostituya la tierra y se llene de maldad. Mis días de reposo guardaréis, y mi santuario tendréis en reverencia. Yo Jehová."
El contexto en Levítico también les dice a los Israelitas no raparse o pelarse la corona de la cabeza ni dañarse la punta de la barba. Aparentemente, esta era la costumbre de los egipcios y el pueblo de Dios fue llamado para estar separados de ellos. Pero, ¿por qué ese detalle acerca del cabello? Dios estaba preocupado acerca de las creencias supersticiosas de los egipcios, los cuales se afeitaban la cabeza y la barba por un trasfondo religioso debido a su paganismo. Si éste fuera el caso, entonces, el pueblo de Dios ciertamente estaba llamado a estar separado de las falsas religiones de sus pueblos vecinos y por ende, de sus supersticiones. Esto no significa acusar a otros por tener barba o porque no tengan pelo en la cabeza en la actualidad, pues tal clase de prácticas religiosas que requerían un tatuaje, cortarse/rasguñarse la propia piel, y/o cortarse el cabello de la cabeza y el lo de la barba no están hoy día presentes en nuestra cultura Occidental. SIN EMBARGO, LO QUE PODEMOS VER EN EL CONTEXTO DIVINO, APLICABLE PARA TODA EPOCA, ES QUE DIOS QUIERE QUE SU PUEBLO SE DIFERENCIE DEL MUNDO Y DE LOS QUE NO LE SIRVEN. QUE SEAN SANTIFICADOS, SEPARADOS Y CONSAGRADOS POR MEDIO DE LA TRANSFORMACION DEL ESPIRITU SANTO EN CADA CUAL DE ACUERDO AL CARÁCTER DE JESUCRISTO.
Es bien importante saber además que si alguien no siendo convertido se hizo tatuajes en su pasada vida, esto no debe ser motive de señalamiento para alguien que quiere que Dios transforme su vida y haga nueva todas las cosas. Al que estuvo en la vieja criatura tatuado, se le acepta en la iglesia y no se le debe de juzgar, pero no se debe de permitir que los que dicen ser cristianos se tatuen, esto sale fuera del orden en las Iglesias y daña la proyección del evangelio como diferencia de aquello que es contrario y como medio para buscar la transformación y diferencia que Dios hace en el convertido.
Levítico 19:28: "Y no haréis rasguños en vuestro cuerpo por un muerto, ni imprimiréis en vosotros señal alguna. Yo Jehova."
Apocalipsis 13:16: "Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre."
Es el pasaje en Levítico que examinaremos ahora; para hacerlo, se necesita citarlo en su contexto:
Levítico 19:26-30: "No comeréis cosa alguna con sangre. No seréis agoreros, ni adivinos. No haréis tonsura [rapar, pelar] en vuestras cabezas, ni dañareis la punta de vuestra barba. Y no haréis rasguños en vuestro cuerpo por un muerto, ni imprimiréis en vosotros señal alguna. Yo Jehová. No contaminarás a tu hija haciéndola fornicar, para que no se prostituya la tierra y se llene de maldad. Mis días de reposo guardaréis, y mi santuario tendréis en reverencia. Yo Jehová."
El contexto en Levítico también les dice a los Israelitas no raparse o pelarse la corona de la cabeza ni dañarse la punta de la barba. Aparentemente, esta era la costumbre de los egipcios y el pueblo de Dios fue llamado para estar separados de ellos. Pero, ¿por qué ese detalle acerca del cabello? Dios estaba preocupado acerca de las creencias supersticiosas de los egipcios, los cuales se afeitaban la cabeza y la barba por un trasfondo religioso debido a su paganismo. Si éste fuera el caso, entonces, el pueblo de Dios ciertamente estaba llamado a estar separado de las falsas religiones de sus pueblos vecinos y por ende, de sus supersticiones. Esto no significa acusar a otros por tener barba o porque no tengan pelo en la cabeza en la actualidad, pues tal clase de prácticas religiosas que requerían un tatuaje, cortarse/rasguñarse la propia piel, y/o cortarse el cabello de la cabeza y el lo de la barba no están hoy día presentes en nuestra cultura Occidental. SIN EMBARGO, LO QUE PODEMOS VER EN EL CONTEXTO DIVINO, APLICABLE PARA TODA EPOCA, ES QUE DIOS QUIERE QUE SU PUEBLO SE DIFERENCIE DEL MUNDO Y DE LOS QUE NO LE SIRVEN. QUE SEAN SANTIFICADOS, SEPARADOS Y CONSAGRADOS POR MEDIO DE LA TRANSFORMACION DEL ESPIRITU SANTO EN CADA CUAL DE ACUERDO AL CARÁCTER DE JESUCRISTO.
Una cosa son las necesidades en la carne de nuestro cuerpo físico como bañarse, arreglarse, etc, pero otras son los deseos en la carne que no suplen necesidades físicas y que las motivaciones no tienen que ver nada con DIos ni con ninguna de la manifestaciones del fruto del espíritu. Este es el caso de los tatuajes para jovenes que se dicen ser cristianos. Un verdadero Cristiano no se hace tatuajes. Esto no es cuestión de juzgar, sino de establecer convicciones reales, tampoco se trata de meterse en la vida de nadie, sino de rescatar y mantener la verdadera escencia de lo que Dios pide de sus hijos.
Es bien importante saber además que si alguien no siendo convertido se hizo tatuajes en su pasada vida, esto no debe ser motive de señalamiento para alguien que quiere que Dios transforme su vida y haga nueva todas las cosas. Al que estuvo en la vieja criatura tatuado, se le acepta en la iglesia y no se le debe de juzgar, pero no se debe de permitir que los que dicen ser cristianos se tatuen, esto sale fuera del orden en las Iglesias y daña la proyección del evangelio como diferencia de aquello que es contrario y como medio para buscar la transformación y diferencia que Dios hace en el convertido.
QUE HORROR QUE MAS SE ESPERA?
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